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6.8.11

La entrada de Castro en La Habana o La adivinación histórica


Camilo Cienfuegos y Fidel Castro
Foto de Korda (Luis)

Leyendo Vista del amanecer en el trópico (gavilla de viñetas en las que Guillermo Cabrera Infante recrea la historia de Cuba con anécdotas en las que los personajes aparecen sin nombre) di con el siguiente texto:

En la foto se ve al comandante en jefe entrando en la capital montado en un jeep. A su lado va otro comandante y se puede ver al chofer y a uno que es miembro de su escolta. Al fondo la multitud vitorea a los héroes. Pero el fotógrafo tuvo un toque de presciencia. Como no conocía al tercer comandante lo cortó de la foto para hacerla más compacta. Pocos meses después el tercer comandante estaba en la cárcel acusado de traición y condenado a cumplir treinta años de prisión. Todos los que tuvieron que ver con él fueron inmediatamente tildados de sospechosos y se procedió a erradicar su nombre de los libros de historia. Adelantado a su tiempo, el fotógrafo no tuvo que recoger su foto para recortarla convenientemente. Eso se llama adivinación histórica. [Seix Barral, 1974.]

En respuesta a un cuestionario de Rosa M.ª Pereda, Cabrera Infante define así, en Londres, agosto de 1977, su libro: “Vista es un libro trágico en su visión particular de Cuba y su perspectiva de la historia: el hombre atrapado por la violencia, luchando contra ella con las armas de la violencia y volviendo a crear una nueva trampa de violencia.” Un círculo vicioso, como se ve.

He buscado en internet esa foto, la foto que Cabrera Infante guardaba en su retina o que tenía ante los ojos mientras escribía. No he dado con ella. ¿Pudiera ser, la que figura al principio, una versión reducida? No lo sé. Lo cierto es que detrás de esta foto histórica de Cienfuegos y Castro hay algunas historias. Durante décadas no quedó claro quién fue su autor. La foto se tomó el jueves 8 de enero de 1959, día en que el Ejército Rebelde, después de una marcha de más de mil kilómetros, que comenzó en Santiago de Cuba, entró en la capital, en lo que se conoció como la Caravana de la Libertad. Unos días antes, Batista había huido a Santo Domingo, lo que precipitó la caída del régimen.

El autor de la foto fue Luis Pierce Byres, quien, años atrás, había formado con Alberto Díaz Gutiérrez, también fotógrafo, una sociedad para dedicarse a la fotografía de modas, un campo por entonces virgen. Tras encontrar un lugar bien situado para su negocio, buscaron un nombre comercial atractivo. Les cayó en gracia un nombre que por aquellos tiempos sonaba mucho: Korda, el nombre de tres hermanos: cineastas, húngaros y judíos: Alexander, Zoltan y Vincent. El mayor, Alexander, fue el más conocido. Entre su filmografía destaca El ladrón de Bagdad (1940), El libro de la selva (1942), Tempestad sobre el Nilo (1955) y Ricardo III (1956). Fue, asimismo, el productor de El tercer hombre. Y según se cuenta no descansó hasta conseguir que Orson Welles fuera el protagonista. Lo curioso es que Korda no era su apellido. De joven, Alexander colaboró en el periódico Hungría Independiente. Firmaba con seudónimo: Sursum Corda. Y de ese Corda, todo sentimiento, deriva Korda, tras convertir la c en k. Una ventaja añadida, según supieron ver los fotógrafos, era que Korda podía recordar algo a Kodak, la marca señera en el mundo de la fotografía durante décadas.


Foto de Jorge Oller

Ambos socios, Alberto y Luis, firmaban Korda, y así aparecían las fotos que publicaban en la revista Carteles, donde, precisamente, G. Caín (acrónimo de Cabrera Infante, por si alguien lo ignora a estas alturas) publicaba sus singulares críticas de cine. (Aquí me voy a permitir una digresión personal: cuando se publicó en España Un oficio del siglo XX, libro en el que se recogían aquellas críticas, envié un cuestionario con preguntas sobre cine, exclusivamente, al escritor cubano, quien amable y extensamente me contestó. Varias revistas de la época rechazaron publicarlo y desistí del empeño. Quizás debiera ponerme a la tarea de buscar ese cuestionario y darlo a conocer en el blog. Veremos.) 

Según parece, durante muchos años la famosa foto de Korda se le adjudicó a Alberto, quien fuera autor indiscutido de la foto original del Che en la que se basa la mítica foto del revolucionario argentino.

Foto de Korda (Alberto)

A estas alturas parece que nadie duda de que la famosa foto de Fidel Castro y Camilo Cienfuegos la tomara Luis. Margarita Sánchez Treto, viuda del fotógrafo, declaró en 2007, buscando apoyo, curiosamente, en la autoridad del Che: “Él me lo decía, y cada vez que veo esa pifia o desconocimiento, trato enseguida de comunicarme con los que la suscriben, porque como el Che dijera en una carta ‘hay que ceñirse a la verdad como los dedos de la mano a un guante’. Y yo respeto mucho al Che y a la verdad.”

Pero al margen de la autoría, aún hay otros datos curiosos por que se refiere a la foto de los dos comandantes. Luis había tomado varias fotografías. Y lo que sucedió después lo cuenta Jorge Oller Oller: “Cuando reveló los rollos e imprimió las pruebas de contacto no vio ninguna fotografía que le llamara la atención, y se las enseñó a su socio Alberto Díaz que estaba escuchando en la radio el histórico discurso que Fidel dirigía al pueblo cubano desde Columbia [el cuartel Columbia, en el que nació José Lezama Lima,  rebautizado como Ciudad Escolar Libertad] como colofón de aquél descomunal desfile. Fidel a veces hacía un paréntesis en su discurso para preguntarle al Señor de la Vanguardia [uno de los sobrenombres de Camilo Cienfuegos; también fue conocido como el Comandante del Pueblo, el Héroe de Yaguajay y el Héroe del sombrero alón]: ¿Voy bien, Camilo? Y Camilo sonriente le contestaba: ¡Vas bien, Fidel! Aquellas frases repetidas a lo largo de su discurso quedaron grabadas en la mente del pueblo y también en la de Alberto Díaz. Por eso, cuando Luis le mostró las pruebas de contacto vio que una de las fotos reflejaba la frase de Fidel tan reiteraba [sic], solo que había que encuadrarla. El propio Alberto imprimió la foto eliminando las dos terceras partes del negativo para dejar enmarcada solamente la imagen de Fidel y Camilo. De entre las miles de fotografías que se captaron aquel día, ésta fue una de las mejores y ha quedado como un símbolo de aquella hermosa jornada.”

Y es de suponer que la foto se publicara bajo el nombre de Korda, lo que daría pie a los futuros errores. Por otra parte, si esta foto está recortada, ¿no cabe la posibilidad de que Cabrera Infante llegara a conocer la original? Quién sabe. Pero lo más seguro es que se refiera a otra foto [¿la que figura más abajo?], ya que habla de un chófer, de un escolta e incluso del jeep, y en la de Luis Korda no hay nada de eso. Supongo que la foto existe, y que estamos ante una licencia poética del escritor cubano, pero lo cierto es que no he sido capaz de dar con ella. Por cierto, ¿quién será ese tercer comandante? ¿Eloy Gutiérrez Menoyo, que también fue condenado a treinta años? Me rindo ante mi ignorancia de diletante.


Camilo Cienfuegos, Fidel Castro y Huber Matos
Antes de un año, Cienfuegos desaparecería en extrañas circunstancias. Pero antes, cumpliendo órdenes de Castro, arrestaría a Matos, condenado por sedición a 20 años de cárcel.

Margarita Sánchez, la viuda del Luis, añade una última pincelada sobre el devenir de los Korda: “En 1968, exactamente el 14 de marzo, su negocio fue intervenido, y Luis ubicado en el periódico Revolución y Alberto pasó a la revisa Mar y Pesca. Luis luego estuvo como colaborador de la revista Cuba, Bohemia, Palante, Radio Rebelde y en el diario Granma.”

Parece evidente que detrás de una fotografía históricas pueden esconderse otras muchas historias.

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